El césped artificial nos presenta múltiples ventajas frente al césped natural. Una de las más importantes es la contribución al desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Las condiciones climáticas de las Islas Canarias complican las tareas de mantenimiento del césped natural. Es preciso surtirlo de agua constantemente para evitar que se seque y de lugar a hierbas muertas y zonas amarillentas que generen mal aspecto.
El césped artificial se mantiene en perfecto estado durante todo el año ya que no precisa de las mismas condiciones de riego, que vemos claramente reflejadas en la factura de agua. Además de evitar gastos de electricidad y productos químicos que van ligados al uso de cortacéspedes y herbicidas nocivos para el medio ambiente.
La importante diferencia de mantenimiento frente al césped natural nos supone un considerable ahorro de nuestro tiempo sin perder apariencia natural fabricada con un material ignífugo y anti alérgico.